Creencias de nuestros aborígenes guanches
¿Sabías que las distintas fases lunares y el vino tienen una estrecha relación? Los aborígenes canarios utilizaban una astronomía muy sofisticada y se fijaban en la luna, el sol y las estrellas para establecer sus cuentas matemáticas y crear su propio calendario para la ganadería y la agricultura.
En Tenerife, la estrella más venerada era Canopus o Canopo. Su primera aparición en Canarias, se produce a mediados de agosto, lo que era utilizado por los guanches, para determinar el inicio del calendario solar y lunar. Así, comenzaba con la luna llena del mes de agosto y estaba formado por otras 12 lunas llenas consecutivas contadas a partir de esta, dando lugar a la mejor época de cultivo.
Este calendario tenía una importante utilidad agrícola ya que, cuando la luna está llena, se desestabiliza la atmósfera y aparecen abundantes precipitaciones, lo que determina el éxito o el fracaso de las cosechas.
Agricultura biodinámica y calendario biodinámico
Ya en los años 20, Rudolf Steiner fue el propulsor de lo que conocemos como agricultura biodinámica. Gracias a sus investigaciones, Maria Thun elaboró el calendario biodinámico, que regula las distintas tareas agrícolas y clasifica los días más adecuados para realizarlas.
Todo ello, está relacionado con la influencia de la Luna y las estrellas en los ritmos naturales de la Tierra. Así, después de numerosos estudios y de años de perfeccionamiento, se ha concluido que los astros influyen en el viñedo y en la bodega.
El cambio de la posición de la Luna con respecto del Sol establece las diferentes fases lunares existentes y las características propias de cada una:
- Luna nueva: El flujo de la savia desciende y se concentra en la raíz.
- Cuarto creciente: El flujo de la savia comienza a ascender y se concentra en los tallos y sarmientos. Como consecuencia, se producen los procesos acelerados, como el movimiento de savia o fermentaciones más rápidas.
- Luna llena: El flujo de la savia asciende y se concentra en los brazos, sarmientos y frutos.
- Cuarto menguante: El flujo de la savia comienza a descender hacia los tallos y sarmientos y tienen lugar los procesos más pausados.
Asimismo, cuando la Luna se sitúa ante una constelación del zodíaco, se pueden diferenciar cuatro tipos de días:
- Día Fruto: son los mejores días para la cosecha. Se producen cuando la Luna se encuentra en una constelación del elemento fuego (Aries, Leo y Sagitario). En ese momento, la actividad de las plantas se polariza y se potencia el equilibrio, la armonía y los matices frutales de los vinos.
- Día Raíz: están recomendados para la poda y surgen cuando la Luna se encuentra ante una constelación del elemento tierra (Tauro, Virgo y Capricornio). Se potencian los sabores taninos y las notas frutales desaparecen, por lo que se considera un mal día para la cata.
- Día Flor: cuando la Luna se encuentra con el elemento aire (Géminis, Libra y Acuario). Los matices más florales se intensifican y favorece la cata de vinos más aromáticos, delicados y florales.
- Día Hoja: la Luna se encuentra con las constelaciones de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) la actividad de la planta favorece las hojas y la producción de clorofila, potenciando los aromas vegetales. No es recomendable realizar una cata en estos días, aunque puede ser beneficioso para determinados tipos de vino blanco.
En la Bodega Tempus conocemos el poder que ejerce la Luna y con nuestros vinos Moon hemos querido rendirle homenaje a todos los antepasados, que utilizaban el calendario cósmico y lunar como guía para sus cultivos.
Te animamos a seguir descubriendo todos los secretos que unen la astrología y el vino con una cata en nuestra bodega. ¡Visítanos!